¡Candelario Maldito quien te quemara!

¡Candelario maldito quien te quemara!

¡Que yo pusiera la leña que me tocara!

 Título sugerente como el que mas; pero solo se trata de un verso que cantaban los trabajadores  del Tremedal, cuando acabada la temporada de la matanza y cuando después de casi dos horas llegaban a los altos de la Sierra y en los límites provinciales entre Salamanca y Avila  cantaban aliviados estos versos desgajando su esfuerzo laboral  hacia los coritos de Candelario, pero que después se quedaba en eso, solo un verso; por que en el fondo sabían que al año siguiente volverían a estos lares a dejarse la sangre, y muchos el corazón
Cuando empezaba de nuevo la temporada de la matanza, regresaban por el mismo camino y al llegar a Peña Partida tiraban una piedra pequeña o un canto sobre el canchal tumbado de dicha Peña y si se quedaba encima "encontraban amo" -así se le decía a los jefes en esos años- si por el contrario se caía el canto fuera de la Peña, algunos se volverían con los bolsillos vacíos.
Hay que decir que no solo venían del Tremedal a trabajar a Candelario; también lo hacían de: La Zarza, Santa Lucía, Casas de la Sierra ... todos estos pueblos de la provincia de Avila