Fundación del Cementerio de Candelario, 1
Apuntes para la Historia de Candelario Salamanca
"El día 6 de Julio de 1883, se abrió el Campo Santo o Cementerio, en conformidad con las prescripciones civiles, dejándose de hacer desde esa fecha inhumaciones en la Iglesia Parroquial, el primer adulto que se inhumó en el nuevo sagrado lugar fue un sujeto asturiano, Manuel G. de la Prisa, marido de María García, naturales de Filochos, Concejo de Siero, Obispado de Oviedo.
Fue sepultado en la primera fila, enfrente de la puerta, principiando por la izquierda, siendo cura párroco don Miguel Manuel de la Fuente.
Desde esa fecha aparece en las cuentas de Fábrica por derechos de sepulturas los mismos que se percubían en las sepulturas de la Iglesia por mayores y menores, como puede verse en las cuentas de Fábrica del año y años sucesivamente siguientes a la inauguración de Cementerio hasta nuestros días.
La Iglesia ha sido la dueña única del Cementerio.
En confirmación de ésto milita en favor de la Iglesia, ademas del derecho ya consignado, sin que nadie hasta el presente haya puesto acción alguna en contra, la de aparecer también esta Iglesia en las cuentas del año de la construcción del Cementerio de Candelario con una partida de data importante-siete cientos reales- que por orden del señor Obispo se entregó a los señores de Justicia para ayuda de hacer el Campo Santo, que solo tenía de cabida de longitud veinte metros, de latitud veinte metros, y de estas dimensiones poco debió costar al Ayuntamiento que por otra parte, no se atrevió a poner en el frontispicio de la puerta de entrada antigua y hoy conservada en la nuevamente abierta, que había sido costeada por el Municipio, sino esto otro que está mas en consonancia de la verdad "Lo costeó este Pueblo, Año de 1833"
Extraído de la Hoja Parroquial de Candelario Salamanca, año V, número 111, de 13 de Noviembre de 1966
"El día 6 de Julio de 1883, se abrió el Campo Santo o Cementerio, en conformidad con las prescripciones civiles, dejándose de hacer desde esa fecha inhumaciones en la Iglesia Parroquial, el primer adulto que se inhumó en el nuevo sagrado lugar fue un sujeto asturiano, Manuel G. de la Prisa, marido de María García, naturales de Filochos, Concejo de Siero, Obispado de Oviedo.
Fue sepultado en la primera fila, enfrente de la puerta, principiando por la izquierda, siendo cura párroco don Miguel Manuel de la Fuente.
Desde esa fecha aparece en las cuentas de Fábrica por derechos de sepulturas los mismos que se percubían en las sepulturas de la Iglesia por mayores y menores, como puede verse en las cuentas de Fábrica del año y años sucesivamente siguientes a la inauguración de Cementerio hasta nuestros días.
La Iglesia ha sido la dueña única del Cementerio.
En confirmación de ésto milita en favor de la Iglesia, ademas del derecho ya consignado, sin que nadie hasta el presente haya puesto acción alguna en contra, la de aparecer también esta Iglesia en las cuentas del año de la construcción del Cementerio de Candelario con una partida de data importante-siete cientos reales- que por orden del señor Obispo se entregó a los señores de Justicia para ayuda de hacer el Campo Santo, que solo tenía de cabida de longitud veinte metros, de latitud veinte metros, y de estas dimensiones poco debió costar al Ayuntamiento que por otra parte, no se atrevió a poner en el frontispicio de la puerta de entrada antigua y hoy conservada en la nuevamente abierta, que había sido costeada por el Municipio, sino esto otro que está mas en consonancia de la verdad "Lo costeó este Pueblo, Año de 1833"
Extraído de la Hoja Parroquial de Candelario Salamanca, año V, número 111, de 13 de Noviembre de 1966
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