Discurso de Francisco Rico Sánchez



Amado Pueblo: los altos Juicios de Dios, son misteriosos arcanos para el hombre.

La Providencia en sus insondables designios tendría decretado que vuestro alcalde una vez más tubiera la inmerecida honra de honrar con su cooperación la fiesta cívica que con tanto placer e inusitado entusiasmo en esta fecha celebramos.

Ayer dedicasteis lápida conmemorativa a un insigne médico y bizarro marino de nuestra Armada, hijo ilustre de nuestra preciada Villa que en fiel cumplimiento de sus deberes abandonó los patrios lares, surcando océanos y atravesando mares, para prestar los auxilios de la ciencia a los valerosos hijos de Iberia, a los descendientes heroicos de los indomables Espartanos que luchando con ¿.............? en las apartadas regiones ultramarinas del Oriente sacrificaron su existencia en holocausto de la Patria y en aras del honor nacional.

Después testimoniamos nuestra gratitud y reconocimiento, rindiendo homenajes de consideración y afecto a dos ancianos venerables que encorvados por el peso de los años y apoyados en el báculo de la vejez, gastaron su vida bienhechora en la noble tarea de enseñar al que no sabe cumpliendo con una obra tan misericordiosa como educativa.

El acto de cultura demostrado hoy por el Pueblo Candelariense, evidencia hasta la saciedad que el germen de gratitud no se ha extinguido; que entonces lo mismo que ahora, y ahora lo mismo que siempre archivado se encuentra un lugar predilecto de su corazón el sentimiento del bien.

Justificadísimos y elocuentes han sido en verdad las inequívocas pruebas de consideración tributadas en día tan fausto al Señor Villalobos.

Amigo de todos, todos teníamos la obligación imprescindible de demostrarle nuestra amistad, nuestra simpatía y nuestro cariño.

Todos hemos acudido con presteza al puesto de honor dictado por nuestras conciencias para dignificar el nombre glorioso del amigo del alma del insigne protector de Candelario, que inspirándose en fines altruistas y generosos sentimientos predica con el ejemplo el primer precepto del decálogo.

Me ha faltado el valor para realizar el viaje por el recuerdo de mi pobre hijo, exclama Villalovos en un arranque de fraternal cariño.

No se como he tenido entereza de ánimo para dirigiros la palabra al evocar en tan solemne día la memoria santa de mis queridos Padres que al abandonar el desierto de la vida destrozaron mi corazón lesionando mi alma con profunda herida que crónica y permanente perdurará mientras perdure la existencia del que os habla.

Al identificarnos en el dolor en este día, mutuas seran también nuestras desgracias, y unidos por identidad de afectos, amigo Villalobos el alcalde de esta villa os abraza; estrechad con efusión su pecho que en el se encuentra el alma candelaria.

He dicho

Don Francisco Rico Sánchez fue en las primeras décadas del siglo XX miembro de la corporación municipal y alcalde presidente desde el 31de Diciembre de 1915. Todavía, en mis indagaciones, no he llegado a la fecha en la que deja de serlo. Parece ser que tenía la buena costumbre de escribir sus discursos. Este que publicamos hoy acompañados de los manuscritos originales (doy fe de que la letra es la misma que la de sus firmas en las actas del Ayuntamiento) por sus palabras es de finales de 1915 cuando instalaron la placa conmemorativa a Don Pedro Espina y Martinez médico que ejerció en Candelario durante 10 años, y a su hijo Don Pedro Espina y Capo médico de la Armada que nació en nuestro pueblo el cuatro de Febrero de 1847.
Por la tristeza de sus palabras, deducimos que coincide la colocación de la lápida (Noviembre de 1915) con la fecha de la muerte de su padre, Juan Rico García (24 de noviembre de 1915) pero después de comprobar las actas del Ayuntamiento, podemos asegurar que la lápida se colocó el día cuatro de Febrero de 1916, siendo ya Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Candelario, Don Francisco Rico Sánchez
 Se le menciona en algunas canciones de candelario:
En el sitio del chorrillo
hay un Jardín muy bonito
donde habita la Pilar
y el señor don Paco Rico
Paco Rico es un señor
que da trabajo al obrero
y por eso en Candelario
todo el mundo le queremos
La cucaracha .................
En el sitio del Chorrillo
hay radio telefonía
que es de don Francisco Rico
que le gusta la alegría
La cucaracha...............
Por todo lo que voy encontrando sobre este Personaje candelariense, estamos haciendo una entrada especial sobre él.

Fuentes:
Libros de Actas de Sesiones celebradas por la comisión permanente del Ayuntamiento de Candelario
Tomo 6; Folios 84, 85, 86, 89 y 90; Fechas 31 de diciembre de 1915 y 28 de enero de 1916

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me ha parecido muy interesante, espero que sigas escribiendo mas cosas sobre la historia de nuestro pueblo

Muchas gracias y ánimo

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