Fábricas y Molinos de Candelario Salamanca
Fábricas y Molinos surgieron a lo largo de los ríos que bañan con sus cristalinas y puras aguas el lugar de Candelario Salamanca.Transcribimos a continuación los lugares y los nombres, así como algunas curiosidades que nos cuentan las Hermanas Vallejera en su libro Candelario Costumbres y Tradiciones.
Además de las fábricas de embutidos, había otras dos de tripas (que traían de la India) donde iban mujeres a calibrar (1)
También tuvo Candelario dos fábricas de papel.Una hacía librillos de papel de fumar (0), "El Barquillo", ubicada en un terreno del mismo nombre. La otra estaba en "la maquina de Papel", que ya no existe; en ella trabajaban hombres del pueblo. Como estaba un poco lejos, no subían a comer a casa. Una mujer, en una cesta llamada "escusabaraja", que tenía dos tapaderas redondas que se abrían por las dos partes, les llevaba la comida. La señora que me lo ha contado, que tenía ochenta y ocho años, me decía que su abuela tenía un puchero "colorao" de porcelana. En el hondón ponía un poco de caldo y echaba unas rebanadas de pan, muy finas, para que no se hicieran "zurugutos", bolas. Encima ponía las patatas, garbanzos, un poquito de carne y chorizo, que era el cocido que se hacía todos los días. Ponía el puchero en una servilleta blanca y la ataba con cuatro nudos. La mujer cobraba dos "perras"(2) por puchero; bajaba y subía andando. Esto era en la primera década del siglo XX. Yo he conocido a otra señora, en los años cuarenta y cincuenta, que llevaba las comidas en una cuévana al Navazo, mas lejos aún que la "Máquina de Papel".
A principio de los años veinte, en el mismo lugar donde hubo una "fábrica de luz", que se quemo, hicieron otra con acciones de casi todo el pueblo, siendo las mas pequeñas de veinticinco y cincuenta pesetas. Se llamaba "Electricista Candelariense"
Algunas familias fabricaban chocolate. Iban por las casas para hacer tareas de tres meses o medio año, según quería el que lo encargaba. Hacían tabletas de ocho "onzas".(3)
También había una fábrica de harina, en el lugar que se llama "El Molino", cerca del puente del Navazo. Los mismos dueños tenían una panadería en la calle Mayor con un horno donde se hacía el pan y las perrunillas y los mantecados para las fiestas, o cualquier otra cosa que hubiera que cocer.
Hubo siete molinos en Candelario. El molino de las Pascuas, por la Cañadilla, el del Tío Juanete, a la derecha de la carretera de Navacarros, antes de llegar al puente, y, en la parte izquierda, el del Tío Salvador. El del Prao Peña, entre los ríos del Medio y de la cuesta; y en el río del Medio el del Tío Diego. El molino de Chaguera en el río de Abajo y el del Chico, mas abajo. Todos molían con el agua del río Chico.
Ver aporte añadido a esta entrada por Juan Antonio Frías
(0) La marca estrella de esta fábrica era "El indio Rosa", tenía noticia de que se conservaba aún un ejemplar sin estrenar de estos librillos en candelario, pero no ha aparecido de momento, aunque podéis ver una foto en el desván de Rafael Castllejo y de paso daros una vuelta por todas las secciones de la página que no tiene desperdicio
(1) Calibrar es medir el ancho y largo de las tripas para que los chorizos quedaran del mismo tamaño, ya que se vendían por unidades, no al peso.
(2)Las perras era una fracción monetaria de la época
(3)Onza: cada una de las partes en que se divide una tableta de chocolate. Según nos cuenta la señora Reme por mediación de mi amiga Carmen Martín, en Candelario había una costumbre ya perdida, de tomar el chocolate a las cinco de la tarde (parecido al té de los ingleses) y decían algo así: "Oye ¿por donde va el amo?, y otra contestaba, ¡por la Palomera!, pues arrima la chocolatera". La medida para hacer el chocolate era de una onza por Jícara, que así se llamaba la minúscula tacita donde se tomaba (del tamaño de los chupitos), el nombre de Jícara, según me comenta mi amigo Marce, viene de "Xícali", palabra usada por los aztecas para servir y tomar chocolate.
Comentarios
Un saludo.
Gerardo Garcia
Saludos
Yo he ido a la fábrica del Barquillo con Lorenzo Bonnail y a la Fábrica de papel de Rico, que es la del acueducto, una vez con Jesús Arana y otra con Óscar Rivadeneyra y otros amigos, para lo cual he pasado por la Eléctrica Candelariense (¡qué pena que los vándalos y el tiempo hayan hecho su labro destructora!). He aprendido mucho en estas visitas y me gusta ver que rescatas del olvido en tu Blog estas cosas de nuestra historia.
Ánimo y adelante.
Javier R. Sánchez
Me hace mucha ilusión los comentarios procedentes de los Eruditos de la historia de nuestra comarca, como soys tu y Javier. Un abrazo
Acuérdate que me deves el último premio del Obrero firmado.
Nos vemos
Es una pena que estas magníficas contrucciones se esten cayendo, bien por los vándalos o por el paso del tiempo; aunque el acueducto se que se desmontó para reutilizar la piedra aunque no recuerdo donde, lo sé porque el cantero que lo desmontó era un tío mio, que por cierto hizo la fachada de la Escuela de Artes y oficios de Béjar. Se llamaba Pedro Rodriguez y en Candelario se le conocía por "El Gorra".
Un saludo
Lo que tambien se conserva aledaño al molino son unas paredes de mampostería que según mis indagaciones parece ser que fue un cebadero, imagino que aprovechado las molienda el cereal instalaron alli este edificio.
Un saludo.
Gerardo.