Un artículo sobre Candelario, publicado en Julio de 1888

La Petrilla con una joven candelaria

Este artículo lo ha enviado Jose Miguel, Muchas Gracias.


Damos paso al artículo de Wander.
«Candelario es lo que llaman los franceses una Tri clave, dentro de la Provincia de Salamanca; es decir un territorio independiente dentro de otro territorio. Sus vecinos constituyen un pueblo y hasta una raza completamente aparte, con indumentaria, usos y rasgos fisonómicos distintos en absoluto de los del resto de la Comarca Es más: los candelarios velan celosamente para que la gente forastera no vaya a inmiscuirse en sus negocios y es muy raro que un candelario o una candelaria se casen con quien no sea de la villa o por lo menos oriundo de ella. En política depende nominalmente de España, pero de hecho constituye una república Independiente. De forma patriarcal; y en este gran país de desunidos que se llama España, presenta Candelario el espectáculo de ser el pueblo más unido del mundo. Sus instituciones son admirables y Pí y Margall encontraría en ellas nada estrecha base en que apoyar sus doctrinas.
«Aquella que ve usted allí -me decía-, señalándome a una rubia muy bonita es de la familia de los Rico, fundada por el famoso tío Rico, «el choricero..., cuyo retrato hecho por Bayeux figura entre los tapices del Pardo. Tiene una buena fortuna y su hermano es dueño de una ganadería de toros de lidia. Esa otra tiene tantos miles de duros, vive en Madrid y cuando llegó, anteayer, para las fiestas del pueblo, lo primero que hizo, fue guardar las ropas de señorita, como hacen todas, y ponerse las de Candelario, que son las que nos gustan y a las que tenemos apego. Aquella es más rica todavía; vive en Valencia, toca muy bien el piano y ha venido a casarse aquí con uno del pueblo. Pasado mañana es la bodaVimos la boda. Tenía un ceremonial más complicado que la de un Emperador. Entre otros rasgos verdaderamente curiosos vimos que los que bailaban con la novia y las que lo hacían con el novio tenían que pagar por el privilegio; y el caso es que no faltaban chicas que sacaran al novio. Los regalos se hacían a los recién casados ante el tálamo o mesa, colocada ante la puerta de la Iglesia, en público, para que todo el mundo los viese; muchos eran en metálico, porque los candelarios, industriales y comerciantes por excelencia suelen ser muy prácticos. En el Casino había un aviso, poco más o menos de este tenor: «Este año se comprará la tripa a la casa X de Z (Francia) en las siguientes condiciones.
(Seguía la lista de precios)

la sala del Museo de Candelario

El cartelito daba la norma de cómo están organizados los candelarios. Todos se dedican a la misma industria, la cura de jamones y la confección de toda clase de embutidos y de lenguas conservadas en tripa; pero en vez de hacerse unos y otros la competencia, están unidos como una piña. No compran aisladamente los artículos que necesitan, sino que el pueblo los contrata por medio de sus representantes y todos se obligan a tomados de la casa con que se ha tratado; así obtienen precios más ventajosos y se evita que algún vecino adquiera géneros de mala calidad que después. Tienen la fama de Candelario. Si llega un mayoral con una piara de cerdos o un pico de novillos y un vecino le ofrece un precio razonable y no lo acepta, puede estar seguro de que se volverá con el ganado, porque ninguno le ofrecerá un céntimo más. Rige de hecho la Villa un comité compuesto por los vecinos más ancianos y de más representación, los cuales confeccionan todos los años una lista de los individuos (han
de ser casados) que consideran más aptos para desempeñar los cargos municipales. Divídese la lista en ternas de a cinco personas, número igual al de concejales que toca renovar, poniendo en el primer lugar de cada una al individuo de ella que ha de ser alcalde, en el segundo al que ha de ser primer teniente-alcalde, etc. Días antes de las elecciones se sortean en público las ternas y la que sale del bombo es la que unánimemente votan todos los electores. . A contrario de lo que sucede en los Ayuntamientos mal administrados, nadie acepta sino por obligación y como una verdadera carga los puestos municipales, y antes de la ley Mellado la junta de ancianos y notables había establecido la exención de cargo concejil durante seis años para los que le hubieran servido, privilegio muy apreciado allí. El secreto de esta repugnancia es que el pueblo impone a sus autoridades
la obligación de vigilar estrechamente para impedir las adulteraciones y el uso de sustancias averiadas que perjudiquen a la fama de los productos de Candelario. No se permite el sacrificio de ninguna res que no haya sido reconocida minuciosamente, ni descuartizar ninguna cuya carne no esté examinada por el laboratorio microbiológico.
..Por ese sistema político, que acabo de describir, se ha librado Candelario de las dos polillas que roen a España: los vividores de la política y los caciques. En las elecciones de diputados y senadores, el Ayuntamiento o una Comisión del cuerpo electoral designan al candidato que debe votarse. Cuanto a la independencia de que disfruta el pueblo, baste decir que es el más autónomo de España, gracias a  bien que conoce las leyes. ¿Se trata de alguna subasta para alguna obra en la localidad? Pues los candelarios obtienen exención de subasta o presentan proposiciones pujando más que nadie y luego hacen privadamente otra entre los del pueblo, con  que consiguen que las cusas se hagan a su satisfacción. En Candelario hay una verdadera república, que acata solo por forma nuestras leyes Hasta tiene sus cónsules; porque no existe población importante donde no haya establecido un candelario. Todos sin embargo, abandonan sus tiendas y van al pueblo una vez al año, cuando las fiestas; en los bailes del casino vi reunidos a dueños de salchicherías establecidos en todos los distritos de Madrid y en la mayoría de las capitales de la Península. El pueblo respira holgura y no se ve a un pobre en él. Todo el mundo sabe leer y escribir. Las escuelas están en un edificio magnífico. A los maestros no sólo se les paga, ¡Sino que se les gratifica! Los chicos aprenden comercio además de la. Enseñanza ordinaria.



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Comentarios

Roberto ha dicho que…
¡Hola!
Vaya artículo más bueno y qué descripción tan interesante de la sociedad candelariense del siglo XIX. ¿Se sabe dónde se publicó originariamente?
Enhorabuena por el blog
Joaquín Sierra ha dicho que…
Gracias Rober,sabemos que es de un periódico pero no se cual, solo se sabe la fecha, pero este artículo lo tuvimos en una exposición que hicimos en el ayuntamiento, y era aun mas amplio aunque difícil de leer,si no recuerdo mal lo encontró Tomás en el archivo Municipal,pero lo he extraviado, cuando aparezca actualizaré el artículo.
Un saludo
Roberto ha dicho que…
Gracias, a ver si hay suerte y de nuevo enhorabuena por el blog.
Un cordial saludo.

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