De los Archivos de Candelario.La expulsión de los Jesuitas

Mi afción a buscar curiosidades en los papeles viejos de los archivos me trajo a las manos algunas curiosidades que quiero comentar en estos ratos. Unas se encuentran en el archivo del Ilmo. Ayuntamiento de Candelario. Otras en el archivo de la Parroquia de Candelario.

Desde mis primeras noticias sobre los jesuitas, ya en mi juventud formé la idea de que habían sido expulsados de España por una Real Orden oculta que debía ser conocida y ejecutada por todos los Ayuntamientos en la misma hora y el mismo día. Era Rey de España Carlos III. Hoy no lo creo así en virtud de los doce o catorce documentos del Ayuntamiento: Advertencias, vigilancias, avisos, testificaciones, etc. , sobre los jesuitas.

La campaña que se tramaba debía ser conocida por los PP. que tenían muchos enemigos, pero también muchos amigos.

En el archivo de la Parroquia de Candelario hay un documento de muy alta personalidad, italiano de nacimiento, como el Rey, muy favorecido por el mismo. En el hay un servilismo incomprensible, que se esfuerza en acumular acusaciones contra la Compañía y ademas una adulación inexplicable a la persona del Rey. No me deleito con su lectura.

Hay también un escrito de un particular que dice que habiéndose encontrado con un borracho, recién salido de una casa no santa, declaró ser un hermano de la Compañía. Estaba vestido astrosamente  y vivía en el hampa. Con toda vileza acusaba a los PP de muchas felonías.

Este documento lleva señales falsas. Fue inventado. Hay señales inequívocas de falsificación en cuanto al sujeto y a la declaración.

Como solo quiero referirme a los documentos de los archivos de Candelario, no digo nada de la expulsión y supresión de los jesuitas de España que a mi juicio son tres:
 1ª.- Los poderes de las sociedades ocultas
 2ª.- La facundia imprudente de quie había dicho no tener inconveniente en suprimir la Compañía
 3ª.- Una carta apócrifa (ya que la fecha de la misma es anterior al tiempo de la fabricación de dicho papel)en la cual carta se alegaba por los Jesuitas en contra del Rey, diciendo que era de origen bastardo.

Esta carta fue presentada al Papa por un prócer de una noble familia española. Todo ello tuvo como resultado, que se oyeran muchas veces en las aulas de un gran palacio como eco de remordimiento las palabras: "compulsus feci" ("lo hice forzado").

 Noticiario de la Hoja parroquial, 15 de Noviembre de 1964 año III nº 67