Algo mas de María Rico Morales


Lo que últimamente dije de ella fue en mi ánimo un breve elogio al Notario Joaquín Rico Peña. Como hace poco mas de cien años hubo entre Bejar y Candelario discrepancias acerca del cadáver de esta señora, diré algunas cosas de su vida.

Segada la edad núbil, fue pedida en matrimonio a su padre por varios galanes; quien concertó con dársela a un apuesto joven de buena y acomodada familia, sin saber ella cosa alguna. Al darle el padre la noticia de lo hecho, contestó que no había pensado en casarse, queriendo consagrar su vida al servicio de Dios como religiosa.

Montó el padre en cólera. La denostó lo increíble y juró que la palabra dada por él se había de cumplir. Acudió ella a la Iglesia , pidió auxilio a la Virgen del Rosario y consejo a su confesor, quien le dijo que hiciese lo que su padre mandaba; que se acogiese al privilegio del Derecho Canónico por el cual durante dos meses desde el día de la boda no tenía obligación de cohabitar con su marido. Se casó con las ceremonias y con el boato correspondiente a la posición social de su marido. Pero al mes o poco mas , este enfermó y pocos días después murió, quedando ella virgen y emancipada. Para evitar ser solicitada por ningún otro joven, decidió vestir el hábito de monja Franciscana y hacer la vida propia de las mismas sin vivir en convento alguno.

La familia no pudo resistir el nuevo género de vida que había adoptado y se vio precisada a refugiarse en la casa de unas buenas señoras del pueblo. Ni así la dejaron en paz y se bajó a Bejar, donde una señora de la nobleza, cuyo nombre no se cita y es conocida con el nombre de la Trebeja, la admitió en su casa no como sirvienta sino a manera de señora de compañía; vivió con ella varios años y luego en casa de la señora Agero donde se la guardaron toda clase de consideraciones. Allí murió; se le hizo un entierro solemne; fue sepultada en la Iglesia de los Padres Franciscanos delante del altar de la Virgen de los Dolores:

Donó la Piedad que se conserva en Santa María de tan hermoso relieve que algunos consideran de Salzillo.

De las cosas raras que de su vida dicen, para mí no había nada sobrenatural. Todo se debe atribuir a algo y aún mas que algo de enfermedad y a bastantes errores en quien llevó su dirección.

En la foto. El ábside mudéjar de la iglesia de Santa María, en Bejar

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