Reconstrucción de la Iglesia de Candelario Salamanca

Hace tiempo publicamos en este blog la noticia del derrumbe de la espadaña de la torre de la iglesia de Candelario Salamanca, el  18 de Mayo de 1929; hoy vamos a contar la reconstrucción de la parte del templo que quedó destruido cuando cayó el rayo sobre la torre, basándonos en los escritos de don José María Amador Gómez (Presbítero), que fue Párroco de Candelario desde 1932 hasta 1940. En 1929 el Párroco era don Felipe García Sánchez, que esa tarde se encontraba en Béjar y don José María actuaba como regente.
Transcribo a continuación como relata los hechos don José María:

"El día 18 de Mayo de 1929, descargó sobre nuestro pueblo una formidable tormenta, que afortunadamente no causó ningún daño personal, pero que sembró de ruinas el hermoso Templo Parroquial y de desolación y pena las almas de sus feligreses.Una exhalación eléctrica descargó sobre la gran cruz de hierro que remataba la torre y a consecuencia de ello, la espadaña, el tejado y gran parte de la cornisa, se desprendieron de su lugar, cayendo en su mayor parte sobre la parte mas baja del tejado de la Iglesia, sufriendo el resto de ella una gran conmoción, que desencajó el resto del armazón. Huelga decir que la tribuna y el hermoso armoniun quedaron reducidos a un montón informe de astillas y maderamen.

Terminábase aquel dia la Novena solemnísima que en honor del Santísimo Cristo del Refugio se celebra todos los años en la Parroquia, y a la que el pueblo en masa concurría para honrar a su Cristo bendito y para escuchar la elocuente palabra del P. Luis Herrera Horia, Jesuita.

Sabemos por los escritos de don Luis, que el suceso ocurrió a las 5 de la tarde, por eso don José María dice:

De haber ocurrido la desgracia unas horas mas tarde, un día de luto se habría cernido sobre Candelario. Repuesto el pueblo de la tremenda impresión del momento, se organizó una procesión -imponente manifestación- presidida por las autoridades locales, para trasladar a su Ermita la venerada imagen del Cristo y al Santísimo Sacramento del Altar que quedó allí instalado.

Hicieron gestiones rapidamente cerca del Gobierno de Alfonso XIII para conseguir del Ministerio de Gracia y Justicia la cantidad necesaria para la reconstrucción del Templo. Por mediación de don Filiberto Villalobos con este ministerio, consiguieron 1470 pesetas, con las que rehicieron la tribuna.

El ilustrísimo Prelado don Justo Rivas Fernández, adelantó 8000 pesetas, con ellas se desescombró todo el derumbe y se construyó el tejado derruido, el resto quedo apuntalado.

Pasó el tiempo y cayó la Monarquía, al ploclamarse la República Española que se declaró laica, no pudieron pedir las ayudas que figuraban para el arreglo de templos anteriormente. 

En Agosto de 1932 y temiendo que el tejado, débilmente apuntalado, no aguantase otro invieno mas, se dicidieron a ejecutar las obras:

".....formándose para este objeto una Junta Parroquial que formaron los siguientes señores: don José María Amador, cura encargado de la Parroquia; don Enrique Peña López, abogado; don Juan Vaquero Berguío, choricero; don Bernabé Muñoz, obrero; don Celestino Bejarano, propietario; y don Fermín García Herrero, cartero.

Se nombró tesorero a don Celestino Bejarano, acordándose se abriera este libro y se le autorizara a efectuar los pagos.

El 28 de Agosto de 1932, dieron a conocer al pueblo de Candelario el proyecto, explicándolo en las misas y repartiendo por todo el vecindario "La Hojita Parroqial" donde se incluía todo el proyecto de la reconstrucción. También repartieron una emotiva carta de don Felipe, ya retirado en Trujillo, para animar, sobre todo a los mas pudientes, a que contribuyeran a la obra.

Al final el presupuesto del expediente oficial que ascendía a 30000 pesetas, quedó reducido a 5000 pesetas y las obras que realizaron se concretaron en cuatro puntos:

1º.- Reducir el armazón del tejado a su lugar primitivo

2º.- Recorrido del tejado cambiando por otras nuevas varias vigas rotas

3º.- Realce del contrafuerte exterior que perdió el plomo

4º.-Reconstrucción de la torre, colocación de un tejado a propósito y pararrayos para evitar que se repitiera la desgracia.

El Vicario General prometió contribuir con una cantidad importante.

En definitiva, el pueblo de Candelario se unió para reconstruir su iglesia después de que un rayo dañara gran parte de la estructura. Gracias a la ayuda del gobierno y las contribuciones de los vecinos, se logró restaurar la torre y el tejado, permitiendo que el templo volviera a ser utilizado para celebraciones y eventos religiosos. Este es un ejemplo de cómo la comunidad se une ante la adversidad y la importancia que se le da a la iglesia en la vida del pueblo.

Fuente del artículo: números de la Hoja Parroquial de Candelario Salamanca 4, 24,170, 171, 172, 173, 175 y 176
Las Fotos, la primera del baúl de José Miguel Alvarez, las otras ya publicadas en este blog