Las Peinadoras de Candelarias, Candelario Salamanca

Candelario y los últimos moños de España

Candelario Salamanca en la revista Estampa de 1935

 

Debido a lo complicado del peinado de las Candelarias estas no podían peinarse solas; dependían necesariamente de las Peinadoras. Este oficio ya desaparecido parece ser que estaba bien remunerado a tenor del articulo publicado en la revista Estampa en el año de 1935

 «revista gráfica y literaria de la actualidad española y mundial», editada en Madrid. Un recorrido por ese «pueblo de otra época, quieto y dormido, bajo la mirada vigilante de los altos picos de la Sierra de Béjar, donde la nieve únicamente se derrite al llegar agosto», el viajero descubre una mujer del pueblo «vestida de un modo pintoresco y brillante, con unos atavíos muy parecidos a los de las charras, y lleva un extraño peinado, que corona un moño desproporcionado, un moño monumental».

«a razón de dos pesetas a las parroquianas pobres y tres a las ricas», capaz de proporcionar «de doce a quince duros mensuales», despierta la admiración del viajero, acostumbrado a las mujeres de ciudad, más si cabe cuando la paisana de Candelario le revela que tarda en realizar esta obra de arte entre uno y dos minutos. 

Candelario Salamanca en la revista Estampa de 1935

 También en este artículo nos explica el proceso de esta difícil tarea:


«Por medio de tres rayas se parte el pelo en tres ramales. Los ramales de los lados se llaman 'cocas' y el de atrás, ‘raíz’. Se peina la ‘raíz’ y, después de peinada, se ata con un largo cordón. Se peina después la ‘coca’ derecha, se retuerce y se une a la ‘raíz’, atándola a ella con el mismo cordón, e igual se hace con la ‘coca’ izquierda. Juntos los tres ramales, unidos a la ‘raíz’, se hace con ellos una sola trenza, se coloca la ‘moña’ –la ‘moña’ es una especie de almohadilla hecha con alambre y algodón en rama–, se ata con el mismo cordón que sujeta los tres ramales, y se extiende sobre ella, hasta cubrirla el pelo de la trenza».

 Gracias a las hermanas Vallejera, en su libro "Candelario costumbres y tradiciones", podemos ver los nombres de las últimas Peinadoras que ejercieron este oficio perdido en Candelario:
Rosa del Amo, Ana Mesanat, Satur del Amo, Justa Calleja, Maria García, Rosa Martín, Marcelina Fonseca y Beatriz de la Torre.

También nos cuenta el proceso del peinado mas o menos como lo dicho anteriormente, añadir  dos cosas:

El moño de las Candelarias no se llama picaporte, como se cita en muchas revistas, sino, sencillamente, moño.
Solo es Candelaria la que viste el traje típico, las demás son candelarienses


Agradecimientos a Juan Antonio Frías (Deportes Diana) por enviarnos las dos fotos de este artículo

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