El último "Morón" de madera

Numerosos Morones adornan los pórticos de las casas chacineras de Candelario, pero todos excepto uno son metálicos. El único superviviente aparece escondido en un callejón sin salida junto a la casa del Cantón, aunque no pertenece a esta casa si no a la vecina.
El Morón era parte esencial de la tecnología del momento usada para el sacrificio de los bueyes, que darían el gusto a los cocidos que alimentaban a la población mediante los ricos chorizos de Candelario.
(1) En tiempo de matanza se abría la batipuerta hasta atrás, se ataba a los bueyes por el vientre con una maroma, que llamaban peal, para colocarlo de forma  que al caer muertos quedara casi todo su cuerpo dentro del patio; otros hombres (mozos de la casa) por detrás les "daban" para que la cabeza quedara al pie del morón, anilla o gancho, y allí les daban la puntilla.
Según mis informaciones, en esta casa se ubicaba una carnicería regentada por La Lucina , por lo que es posible que se mantuviera el Morón para los sacrificios de los animales.
Curiosamente estos artilugios, se pintaban de rojo para disimular el color de la sangre.

La foto nos la pasa el CENTRO DE TURISMO RURAL ARTESA.
El autor de la misma es Victorino García Calderón

Mas fotos del Morón que nos envía Joaquín Gónzalez Rico

(1)Del libro Costumbres y tradiciones de Candelario, de Ana y Emilia Vallejera