La industria del papel en la sierra

 



Compartimos este estupendo video del canal de youtube del Centro de Estudios Bejaranos, en el que Juan Antonio Frias Corsino nos cuenta detalladamente la interesante y  a la vez desconocida historia de las fábricas de papel. 

La producción de papel en la Sierra

 Juan Antonio Frías Corsino 

Centro de Estudios Bejarano


 Salamanca, una provincia eminentemente agropecuaria, experimentó avances técnicos en el siglo XIX. Aunque no destacó por su tejido industrial, mantuvo un nivel productivo aceptable en comparación con otras provincias castellanas. Se contabilizaron diversas iniciativas industriales en la capital y en las cabeceras de comarcas, destacando el enclave industrial de Béjar y algunos núcleos poblacionales donde se desarrollaron actividades en los subsectores de curtidos en Puerto de Béjar, salazones y chacinería en Candelario. Algunas de estas iniciativas perduraron en el tiempo, otras fracasaron y otras se mantuvieron activas realizando adaptaciones importantes a lo largo de los ciclos económicos cambiantes. Sin embargo, en este breve trabajo nos centraremos en el sector secundario y no pretendemos llegar a conclusiones sobre el grado de implantación industrial o las consecuencias del retraso industrial. Utilizaremos como indicador de referencia la información inicial proporcionada por la Estadística Administrativa de la Contribución Industrial y los Anuarios Estadísticos de España desde 1858, que nos dará una idea de la participación sectorial de la industria salmantina en comparación con la cifra regional. Esto nos ayudará a dibujar el mapa industrial de Salamanca de 1858 a 1900. Los sectores representados en la tabla son: Alimentación agropecuaria, Textil, Cuero y calzado, Papel, Cerámica, vidrio, cal, Química, Metal, Madera y Otros. Según los datos, en Salamanca, el sector de Alimentación agropecuaria representaba el 55.2% de la industria, seguido por Textil con el 17.5%, Cuero y calzado con el 16.2%, Papel con el 3.15%, Cerámica, vidrio, cal con el 2.4%, Química con el 2.3%, Metal con el 1.7%, Madera con el 0.5% y Otros con el 1.1%. En Castilla y León, los porcentajes eran: Alimentación agropecuaria 9.36%, Textil 2.14%, Cuero y calzado 20.29%, Papel 5.64%, Cerámica, vidrio, cal 8.59%, Química 6.07%, Metal 2.40%, Madera 2.40% y Otros 3.49%.
En uno de los últimos estudios sobre la historia industrial provincial, encontramos el volumen IV de la Historia de Salamanca, auspiciada por el Centro de Estudios Salmantinos, en su Capítulo V, así como en el tomo II de la Historia de Béjar del Centro de Estudios Bejaranos. La autora, Rosa Ros Massana, destaca que los subsectores de la harinera, embutidos y salazón de carnes, el textil lanero y los curtidos son los que tienen mayor importancia como actividades manufactureras e incidencia a nivel nacional. No se omiten otros sectores como los inicios de la industria química, la metalurgia-mecánica y "la frustrada experiencia de la industria papelera". Es en este último punto donde nos detendremos para conocer la dimensión y el alcance de la industria papelera provincial.

Los primeros rastreos para localizar los molinos papeleros en nuestro entorno se hicieron consultando fuentes de referencia como el Catastro de Ensenada, las Memorias de Eugando Larruga (1787-1800), el diccionario de S. Miñano (1826-1829) y el Canso de la Riqueza Territorial e Industrial de España (Frutos y Manufacturas de 1792). Sin embargo, estas fuentes no proporcionan ninguna respuesta a nuestra búsqueda, lo que indica la falta de conciencia sobre la industria papelera en la provincia. Es Pascual Madoz (1845-1850) quien proporciona alguna información valiosa sobre la fábrica de papel continuo de Candelario y La Calzada de Béjar, lo que confirma la escasa tradición provincial en el sector papelero.

Hacia 1900, la Zona Industrial de Béjar se destacaba como importante en la producción papelera. Sin embargo, los núcleos papeleros con tradición se concentraban en Cataluña, País Valenciano, y en menor medida en Castilla, Andalucía y Galicia. Con la introducción de la industrialización, esta distribución cambió y la preponderancia papelera a nivel nacional se estableció en Cataluña, País Valenciano, Madrid y País Vasco. El resto de regiones tenían representación en capacidad productiva con unidades pequeñas o medianas instalaciones industriales de importancia variable. Este sector, al igual que otros, se vio afectado por los cambios económicos y tecnológicos de la época.

Este sector, al igual que otros, está sujeto a las crisis económicas que, debido a diversos factores, reconfiguran el panorama nacional de la industria papelera, llevando a una reconversión gradual y destacando los verdaderos distritos industriales que, con su especialización y estrategia económica-industrial, establecen la industria para los siglos XIX y XX. Es importante destacar que la instalación de la fábrica de papel continuo de Candelario (Santa Bárbara) marca un hito histórico, ya que es la segunda fábrica que se construye en el país. Después de obtener la autorización para su puesta en marcha, una vez transcurridos los cinco años del privilegio de exclusividad que tenía Tomás Jordán para su fábrica de Manzanares el Real desde 1836, comenzó su funcionamiento el 13 de diciembre de 1841. El Barquillo lo hizo en 1857 y otra fábrica en La Calzada de Béjar hacia 1843. Estas fueron las únicas tres fábricas existentes en la provincia. De manera breve, también mencionaremos otra fábrica de papel cercana ubicada en el valle del Ambroz en Casas de Monte (Cáceres).
Continua el libro, explicando detalladamente la historia de las fabricas mencionadas.

Referencia: Ros, R. (siglo XIX). Historia de Salamanca, tomo IV. Centro de Estudios Salmantinos.
Separata de HISTORIA DEL COMERCIO Y LA INDUSTRIA DE SALAMANCA Y PROVINCIA
Actas de las VIII jornadas celebradas en el museo de comercio Noviembre de 2019
Referencia: La producción de papel en la Sierra de Juan Antonio Frías Corsino y publicado por el Centro de Estudios Bejarano 2020

Comentarios

Entradas populares