Película-bejarano-candelariense

Candelario Salamanca obras en la calle Mayor en 1932

Así titulo este artículo porque en él, a manera de paréntesis entre los que ahora me ocupan, netamente bejaranistas, aparecen embozados Béjar y Candelario, pueblo este último también de grandes simpatías para mí, por causas no desconocidas para muchos de mis lectores.
Pero es el caso que, como de costumbre, yendo a Béjar , visité, aunque rapidamente, en mi último viaje, esa pintoresca villa, enclavada cerca de las nieves perpétuas, de la que guardo gratísimos recuerdos que, agolpándose en mi mente cuando me sitúo en cualquiera de aquellos parajes tan deliciosos y conocidos para mí, me siento embriagado de placer, y aunque nada desde que yo lo dejé, fuera de la colonia Jaúregui y el alcantarillado y conducción de aguas potables con acometidas a las viviendas, de todo lo cual ya me ocupé oportunamente, siempre que allí llego busco y rebusco ansioso de novedades, habiendo dado ahora con la renombrada fonda Simón que ha sufrido una transformación tan admirable, que está desconocida en todo, esto es, en servicio, en funcionamiento, en decorado y sobre todo en higiene, habiendo cuartos de baño, waterciosts y lavabos con agua corriente en todas las habitaciones, dando la sensación de una fonda bien montada de capital de provincia.

Candelario Salamanca en 1932

Indagando en las causas de tan favorable cambio, se me dijo que la había tomado a su cargo el célebre fondista don Andrés Rodriguez, dueño del Hotel Comercio de Béjar, que demostrando su actividad y competencia de experimentado fondista, no ha reparado en medios, para colocar la fonda de Candelario a la altura de la que tiene en Béjar y combinadas las dos, encuentran los veraneantes, turistas y excursionistas un genero de comodidades como nadie puede proporcionar, sobre todo en la actualidad que el aumento de población en Béjar, tanto por el resurgimiento industrial como por la concurrencia de veraneantes, dificulta el alojamiento de una manera sensible.
Así pues, si la fonda Simón, en Candelario, gozó siempre justa fama, hoy se ve aumentada, siendo dificil haya otra que la iguale en lugares como este de simple veraneo, debiendo añadir a todo lo expuesto, la excelente calidad de los manjares, sanos, frescos, nutritivos y abundantes.
Pero lo que mas aquí me agrada, y en realidad ha impulsado a mi pluma a escribir estas líneas, es el acercamiento que veo entre bejaranos y candelarienses que produce en mi tanta satisfacción, como pena sentí cuando los viera distanciados.

Autor: Ricardo Sánchez Regadera

Artículo extraído del Semanario Béjar en Madrid, 6 de Agosto de 1938, año XXII, número 873.
Lo tenemos gracias a Miguel Angel Neila.

Las fotos de la calle Mayor en 1932, a la izquierda la fonda Simón; se pueden apreciar perfectamente las obras que se llevaron acabo ese año para la instalación de agua corriente y alcantarillado en Candelario. La primera está recortada para que se aprecie bien y la segunda es la original, son del Baúl de Eduardo Gómez Sánchez

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